La Edad Media produjo algunas de las catedrales e iglesias más espectaculares. Contenían visiones del paraíso y advertencias sobre el infierno. Pero la Reforma protestante barrió con el mundo medieval y, durante casi tres siglos, se rechazó el lenguaje del arte y la arquitectura gótica por ser considerados supersticiones católicas. Sin embargo, más adelante, lo gótico se expandió, creó nuevas formas de literatura y nuevos tipos de pinturas, y un renovado gusto por el terror y lo extraño.