Si el ingeniero Jorge Newbery no hubiese nacido, muchas pràcticas y deportes habituales para los argentinos no habrían tenido el mismo desarrollo que hoy día. El automovilista Fangio no sería uno de los más grandes ídolos populares y el tango tampoco representaría a la Argentina. Gracias a Jorge Newbery, en este país muchas actividades llegaron a ser lo que son.